Recóndita
armonía (Editorial Colmillo Blanco 2011) de Carlos Morales es un libro escrito
desde una tradición poética que nos hace recordar a Sologuren, Eielson, Varela
y Belli. Como también al maestro Washington Delgado en su primera etapa de su
obra. La formación romántica inglesa y barroca española es lo que caracteriza a
estos poetas de los años cuarenta. Menciono este aspecto porque siento que la
poesía de Morales se vierte de ahí. Sus descripciones del espacio, su manera de
concebir la naturaleza y la quietud que se lee en sus poemas nos hace repensar
en el universo alejado y fragmentado que se va construyendo en la lectura y
como este influye en la concepción del yo poético. El libro se divide en dos
partes: Estancias y Movimientos. En Estancias el yo poético se presenta como
disociado e inseguro de su entorno. Esta inseguridad es el vehículo para la
contemplación, para reflexión de lo
cotidiano que puede afectar a aquello que se presenta como centro y motivación
de todas sus fuerzas: un infante desprotegido. Por otro lado, la tratativa del
cuerpo se presenta como algo doloroso por el mismo hecho de la no comunión con
la naturaleza. Así la naturaleza se describe como lo extraño, lo fragmentado y
lo incomprendido. Estas características serán mejores desarrolladas en la
segunda parte del libro donde el autor se preocupara más en poner en relieve lo alrededor como aquello que elimina la exaltación y el asombro.
Carlos Morales nos
involucra con lo cotidiano pero también con lo doloroso que puede ser involucrase, ser parte de aquello que llamamos vida.
Presentación:
Buena
Puntuación:
Buena
Género: Poesía
Género: Poesía
Leído: 23 de
Mayo de 2012
2 comentarios:
Espléndido libro!
Me gustò mucho
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