Placer
fantasma (Asociación peruano japonesa del Perú, 1992) de Mariela
Dreyfus (Lima, 60), se hizo merecedor del II Concurso de Poesía 1992 del Centro
cultural peruano japonés, texto que configura un ejercicio poético de
exploración del deseo en su dimensión residual y espectral; no como plenitud,
sino como huella, como resto que persiste más allá del cuerpo y de la
experiencia inmediata. El poemario se inscribe en una poética de la ausencia:
el placer no aparece como acontecimiento estable, sino como memoria corporal,
como eco que retorna y desestabiliza la noción de presencia. Desde este punto
de partida, el texto propone una reflexión crítica sobre la relación entre
erotismo, lenguaje y subjetividad.
Por otro lado, el cuerpo, en Placer fantasma,
no es una entidad transparente. Aparece como superficie de inscripción del deseo,
pero también como espacio de pérdida. La voz poética no habla desde la certeza
del goce, sino desde su desplazamiento; el cuerpo recuerda, pero no retiene: “Mi
piel se extiende en su brillo y se devora”. En este sentido, la escritura de
Dreyfus construye una corporalidad atravesada por la temporalidad: el placer se
inscribe y se borra, deja marcas que el lenguaje intenta —sin éxito pleno—
fijar. Esta tensión entre inscripción y borradura es uno de los ejes más
productivos del libro.
Placer fantasma es un poemario que aborda el deseo desde una
perspectiva crítica y contenida, donde el cuerpo, la memoria y el lenguaje se
entrelazan en una dinámica de presencia y ausencia. Mariela Dreyfus propone una
escritura que no promete restitución ni plenitud; ofrece, en cambio, una
exploración lúcida del placer como experiencia que persiste solo en su
desaparición. La potencia del libro reside en esa tensión sostenida, en esa
fidelidad a lo inestable que define tanto al deseo como a la palabra poética.
Puntuación: Bueno
Presentación: Bueno
Género: Poesía
Leído: 23 de octubre del 2025

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