La
importancia de Matacabros (Asma
Editores 1996) de Sergio Galarza es la precocidad de su concepción y porque
trata de plasmar aquella violencia anárquica de los noventa. Pocos escritores
pueden atinar a escribir su primer libro y que este sea un libro exitoso.
Ahora, si bien es cierto, hay fallas narrativas que se justifican por iniciación
literaria no sobrepesa a la atmosfera que quiere plasmar Galarza en sus
relatos. Podemos rescatar la unidad de la temática, el lenguaje juvenil y el tema
de la desubicación juvenil en diferentes espacios, momentos y estratos
sociales. Matacabros sirve para
introducir un personaje muy poco trabajado en la literatura peruana que es el
homosexual. En el cuento final este personaje solo sirve de motivo para que se genere
la violencia; no hay reivindicación, por la sencilla razón, que la acción que
cumple el personaje citado solo es de decoro no es de una acción de construir
un pensamiento o un contexto social. Un
libro que se ubica en la tradición de “Los
inocentes” de Oswaldo Reynoso, “Los
aprendices” de Carlos Eduardo Zavaleta y “Los
cachorros” de Mario Vargas Llosa”.
Presentación: Muy buena
Puntuación: Muy buena
Género: Relatos
Leído: 10 de diciembre del 2013
1 comentario:
No hay nada perros
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