La soledad sonora (Colección La cruz del sur – Editorial Pre- textos,
2010) es una selección interesante de los 1775 poemas de Emily Dickinson
(Estados Unidos 1830 -1886). Recordemos que solo 8 poemas de los mencionados
fueron publicados en vida. La vida de Dickinson está hecha de pocos momentos
memorables a causa de su ascetismo y la decisión de vivir en la más profunda
soledad. Esa vivencia tan mínima repercute en su poesía convirtiéndola en una
idea oculta, una trama ausente, una reflexión hasta el punto de personalizarla
y un desasosiego que nos intriga a descubrir que hay en estos textos
supuestamente inacabados. De este punto se puede entender del porque su traducción
sea tan compleja o un trabajo imposible por sus pausas constantes, su métrica o
el uso excesivo uso de guiones para cortar la imagen poética. Este mosaico de interpretaciones
ha conducido a los traductores a tomar decisiones como no considerar los
guiones (es el caso del libro comentado), preferenciar la métrica, o
simplemente pensar más en la atmósfera interior que quería plasmar Dickinson. Un
duro trabajo de traducción.
Para
leer la poesía de Emily Dickinson hay que indagar sobre lo complejo y lo extraño
de lo cotidiano (el alba, el mediodía, los astros de la noche o la soledad).
Hay que sentir en nuestro interior cada palabras y degustarla para compararla
con lo que existe a nuestro alrededor. Ahí lo complejo de su poesía que busca su
autenticidad en lo cotidiano porque cada objeto oculta un secreto que nosotros
debemos descubrir. Es por ello que su indagación poética siempre se centre en
los polos de vida y muerte. Una poesía que se debe leer con calma y con una relectura
constante.
Puntuación: Muy buena
Presentación: Buena
Género: Poesía
Leído: 25 de febrero del 2014
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