Poesía completa (Lumen,
2025) de Idea Vilariño (Montevideo, 1920-2009) —una de las voces más intensas y
coherentes de la literatura uruguaya del siglo XX— se caracteriza, su poesía,
por una radical sinceridad emocional y una austeridad expresiva que la
distinguen dentro del panorama de la poesía hispanoamericana. Su poesía
completa, reunida Lumen, constituye un testimonio profundo del amor, la pérdida
y la existencia; no como temas decorativos, sino como experiencias vitales que
atraviesan su escritura de principio a fin.
Desde sus primeros
poemarios hasta los más tardíos, Vilariño desarrolla una poética del despojo.
Su lenguaje —preciso, desnudo, casi ascético— renuncia deliberadamente a los
adornos retóricos; cada palabra parece escogida con una rigurosidad que busca
la verdad y no la belleza. Esta decisión estilística responde a una ética del
sentimiento: la poeta no pretende embellecer el dolor, sino mostrarlo en su
forma más pura y devastadora. En este sentido, su obra puede leerse como una
lucha constante entre el decir y el callar, entre lo que el lenguaje puede
expresar y lo que necesariamente se escapa.
El eje central de su
poesía es el amor, pero no un amor idealizado ni romántico; es un amor vivido,
desgarrado y, en muchas ocasiones, imposible. Su relación con Juan Carlos
Onetti —que marcó buena parte de su obra— se convierte en materia poética: no
como un simple recuerdo personal, sino como símbolo del deseo y la pérdida, del
vínculo humano condenado al fracaso. Poemas como los de Poemas de amor o
Nocturnos revelan esta intensidad: el amor aparece como plenitud y como
herida; como espacio de encuentro y de soledad.
Sin embargo, reducir la
poesía de Vilariño a lo amoroso sería limitar su alcance. En sus textos más
reflexivos —como en Pobre mundo o No— emerge una conciencia
existencial lúcida, casi filosófica, donde la autora enfrenta la nada, la
muerte y el paso del tiempo. El tono se vuelve meditativo, pero nunca
abstracto; siempre parte de lo vivido, de lo sentido, de lo que duele. La poeta
observa el mundo y reconoce su fugacidad; de allí que su palabra sea, al mismo
tiempo, un acto de resistencia y de aceptación.
Su voz se define también
por un profundo minimalismo emocional: los versos breves, las repeticiones, las
pausas, el uso del silencio como elemento expresivo. Todo en su obra parece
apuntar hacia la esencialidad, hacia la reducción de la experiencia a su núcleo
más humano. En esta economía verbal —que recuerda a veces a Emily Dickinson,
aunque desde una sensibilidad latinoamericana— radica su fuerza. Vilariño
escribe desde la soledad, pero no para lamentarse; escribe para entender, para
fijar en palabras lo que de otro modo se perdería.
En suma, la poesía
completa de Idea Vilariño es una obra de introspección radical y de
autenticidad inquebrantable. A través de un lenguaje depurado, la autora
convierte el dolor, el amor y la muerte en materia poética universal. Su voz
—seca, directa, pero infinitamente sensible— resuena con una honestidad que
trasciende el tiempo y el contexto. Leer a Vilariño es entrar en un territorio
de verdad desnuda, donde la palabra no consuela ni embellece; solo revela. Y en
esa revelación —dolorosa, lúcida, implacable— reside la grandeza de su poesía.
Puntuación: Muy
Buena
Presentación: Muy
Buena
Género: Poesía
Leído: 22
de agosto de 2025
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